Caída histórica en la confianza económica de los británicos

La confianza de los británicos en la economía ha alcanzado niveles históricamente bajos, según un reciente informe de Ipsos MORI. El sondeo revela que el pesimismo sobre la situación económica en los próximos 12 meses ha superado incluso las crisis más severas que el Reino Unido ha enfrentado desde 1978.

Un alarmante 75% de los encuestados espera que la economía empeore durante el próximo año, un incremento de 8 puntos respecto al mes anterior. Solo un 7% confía en una mejora, mientras que el 13% cree que las condiciones económicas se mantendrán sin cambios. Con un balance neto de -68 puntos, el pesimismo ha alcanzado el nivel más bajo registrado desde que Ipsos empezó a recopilar estos datos.

Factores que agravan el pesimismo

Entre las principales razones detrás de esta desconfianza se encuentran los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos y las continuas preocupaciones con respecto a la economía nacional.

Ipsos detalla que este clima de incertidumbre se compara con otras épocas de profunda crisis económica, como la recesión de los años 80, la crisis financiera de 2008 y los estragos económicos derivados de la pandemia por COVID-19.

El impacto de las tensiones comerciales y los problemas de costos de vida se hace evidente en un Reino Unido cuya economía depende más que otras naciones del G20 en el comercio internacional. El gobierno británico está intentando mitigar los efectos de estas tarifas y fomentar nuevas oportunidades, como la renegociación de acuerdos económicos con Estados Unidos.

Desafíos para el liderazgo

Esta situación representa un duro golpe para el primer ministro Keir Starmer, quien asumió el cargo en julio pasado con la ambiciosa meta de convertir al Reino Unido en la economía de más rápido crecimiento dentro del G7.

Según Gideon Skinner, director senior de política británica en Ipsos, el nivel de pesimismo antes de los últimos datos ya había aumentado significativamente desde el verano pasado, sumando presión a un gobierno en la mira de los ciudadanos y los mercados.

En este panorama, las miradas se centran en los esfuerzos de Starmer y su administración para revertir la percepción negativa y recuperar la confianza tanto de los consumidores como de los negocios. Mientras tanto, el pesimismo generalizado refleja la persistente fragilidad de una economía que enfrenta múltiples desafíos tanto internos como globales.