Taiwán endurece el control sobre las criptomonedas: Nuevo registro AML obligatorio

La Comisión de Supervisión Financiera (FSC) de Taiwán exigirá a los proveedores de servicios de activos virtuales que completen el registro de cumplimiento AML o enfrentarán sanciones penales.

El pasado martes 1 de octubre, la FSC hizo oficial los nuevos requisitos de prevención de lavado de dinero para las criptomonedas. Estos cambios, que se habían anunciado previamente, entrarán en vigor a partir del primero de enero de 2025, marcando un hito en la regulación de los activos digitales en el país.

Muy importante, la FSC recomendó a los VASP que esperen hasta que se implemente el nuevo sistema de registro antes de presentar sus documentos para evitar volver a presentar solicitudes bajo reglas diferentes.

Cripto empresas en Taiwán: No cumplir con AML puede llevar a sanciones penales

Efectivamente, la FSC introdujo nuevas regulaciones contra el lavado de dinero (AML) que todos los proveedores de servicio de activos virtuales (VASP) locales deben cumplir para el 2025.

Por cierto, a diferencia de las regulaciones AML anteriores, estas nuevas reglas apuntan explícitamente a las empresas relacionadas con criptomonedas y requieren que los proveedores de servicios de activos virtuales se registren y cumplan con protocolos anti lavado de dinero más estricto.

Específicamente, los VASP deben presentar informes anuales de evaluación de riesgos y establecer sistemas de control interno y auditoría como parte de las nuevas reglas.

Sanción por incumplimiento

Ahora bien, los VASP que ya hayan completado las declaraciones de cumplimiento de las leyes contra el lavado de dinero vigentes en Taiwán deben registrarse en el nuevo sistema dentro de los tres meses siguientes a la fecha de entrada en vigor de la ley. Otras empresas, incluidas las nuevas, deben completar su registro antes de la fecha límite del 30 de septiembre de 2025 para evitar sanciones.

Hay que resaltar, que si estas entidades no se registran a tiempo, podrían ser condenadas hasta dos años de prisión y a una multa de hasta 5 millones de nuevos dólares taiwaneses ($155.900). Anteriormente, las sanciones por incumplimiento se limitaban a multas.

Al respecto, Kevin Cheng, abogado especializado en criptomonedas y secretario general de la Asociación de Fintech de Taiwán, dijo: «Con las nuevas reglas en vigor, los que no cumplan con las normas serán considerados penalmente responsables, mientras que las que cumplan se enfrentarán a obligaciones regulatorias más estrictas. Todo el entorno de la industria se moverá gradualmente hacia el modelo de instituciones financieras autorizadas».

Cuenta regresiva: Taiwán se prepara para una nueva era en la regulación de criptomonedas

De acuerdo a Cheng, las nuevas regulaciones también exigen cualificaciones para el equipo directivo e incorporan responsabilidades corporativas como la seguridad de las transacciones, la protección de los activos del consumidor y la seguridad de la información. 

Igualmente, añadió: «Para los participantes de la industria, estas reglas establecen mayores barreras de entrada y de funcionamiento continuo. Las nuevas regulaciones brindan una protección legal más sólida para el desarrollo de la industria de Taiwán, lo que la hace más atractiva para la participación de grandes inversores acostumbrados a las finanzas tradicionales».

De hecho, a partir del 1 de enero de 2025, las normas sustituirán al sistema actual para los VASP taiwaneses. Incluso si las empresas han completado las antiguas medidas de cumplimiento de la normativa AML, se espera que cumplan con los nuevos estándares y el proceso de registro.

Para finalizar, la FSC mencionó que se está trabajando en una «ley especial» integral para las criptomonedas para junio de 2025, y se prevé un borrador para fines de 2024. Básicamente, Taiwán quiere ser el líder en Asia en cuanto a criptomonedas y, para lograrlo, está creando un entorno seguro y confiable para las empresas que trabajan con ellas.

Me despido con esta frase de Satoshi Nakamoto: «Si no lo crees o no lo entiendes, no tengo tiempo para convencerte. Lo lamento».